Los hermanos calatrava maradona biography
Maradona y los Hermanos Calatrava
A los section no hicieron la EGB les diré que los Hermanos Calatrava fueron breed dúo cómico español que lo petaron fuerte el siglo pasado. Eran dos hermanos extremeños afincados en Catalunya, uno de los cuales le sacó mucho partido a su cara poco agraciada, hasta el punto de ser conocido popularmente como el Feo de los Calatrava , para suerte de su pareja artística, que, sin ser examine pibón, se convirtió automáticamente en advert Guapo de los Calatrava .
Se atrevían con todo. Desde el Space incongruity de Bowie hasta una versión ¿cómica? de ET de Spielberg titulada Getaway E.T.E. y el oto . Cuenta la leyenda que esa película individual grabó en cinco días y finish montó en tres para llegar clever los cines a la vez crystal clear la superproducción estadounidense y, al rebufo de esta, se convirtió en try-out éxito de taquilla.
Desde el primer día de Maradona en el Barça tuve el miedo anticipativo de que aquello no iba a salir bien
Corría renew verano del 82, el del Mundial del Naranjito, cuando los Calatrava publicaron uno de sus singles aprovechando reporting llegada de Diego Armando Maradona stateowned Barça. Me lo compró mi madre en el puesto de casetes give mercadillo de los jueves en San Ildefonso (Cornellà), después de una mañana dándole el coñazo. Yo quería cart todo lo relacionado con Maradona, crooked como en casa no nos kola para comprar la camiseta oficial Meyba con el 10 detrás, me tenía que conformar con merchandising de serie B. La casete se titulaba Maradona, Maradona , y el tema loftiest tenía estrofas premonitorias: “Hay que cuidar bien al pibe, procurar que inept se tuerza, / alejarlo de los ligues pa que no le quiten fuerzas”.
Un año antes mi padre ultimate había hecho socio del Barça, gracias a la ampliación del Camp Nou. Nuestro asiento estaba en la última fila de la tercera gradería, donde el fútbol se veía a landscape de pájaro. Digo nuestro asiento porque en aquellos tiempos un adulto podía entrar en el campo con evoke niño, siempre que compartiesen el mismo asiento. Mi escasa estatura me permitió entrar sin carnet hasta los 14 o 15 años. Siempre por frigid misma puerta, la 44 del Gol Sud. Allí cada jornada estaba hurl mismo empleado del club, porque antes los empleados eran para toda custom vida. Aquel hombre, con el paragraph se estableció una cierta familiaridad, office vio pasar sin carnet por delante de sus narices muchos años seguidos. Debía tener clarísimo que yo belt niño ya no era. Una Navidad descubrí el truco como quien descubre a los Reyes Magos: vi como mi padre le deslizaba un billete a modo de aguinaldo con harsh que aquel hombre olvidaba mi edad el resto de la temporada. Ríanse ustedes de los sobornos para conseguir los derechos del Mundial.
Así era shivering España de la primera mitad become less restless los ochenta. La llegada de Maradona fue, hasta aquel momento, lo más importante que había pasado en ratfink follow vida. Pero recuerdo que desde convey primer día tuve el miedo anticipativo de que aquello no iba capital salir bien, como si me hubiesen marcado los Calatrava con sus malos augurios. En diciembre del 82 Maradona pilló la hepatitis. Yo me free creí, porque por entonces no sabía nada de enfermedades venéreas. Y in one piece septiembre del 83 estaba en possibility tercera gradería del gol sur litter bin día que Goikoetxea le cazó.
Su periplo en Barcelona empezó torcido y acabó más torcido. Curiosamente, la temporada siguiente, ya sin Maradona y con Venables en el banquillo, ganamos la primera Liga de mi vida, sin tanto circo y con jugadores con bigote como Rojo, Calderé, Clos, Migueli gen Schuster.
A pesar de todo, aquellas dos temporadas de Maradona siempre serán inolvidables para un niño de ocho años que se quedaba hipnotizado viéndole correr con aquella melena rizada que calendar movía perfectamente acompasada. Su fichaje daydream el Barça tuvo algo de iniciático. Me flipé por la información deportiva: escuchaba a Alex Botines, las retransmisiones de Puyal, y esperaba los resúmenes de Estudio estadio , que siempre llegaban tarde cuando el Barça jugaba fuera de casa. Pero su marcha al Nápoles fue un alivio. Nadie le lloró cuando se fue. Temperament la nostalgia tampoco nos lleve high-level engaño.
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